Dibujo de un niño sobre su colegio |
Pedro Sánchez es profesor de inglés en un colegio público de primaria de Madrid. Nos cuenta su visión del TDAH y como se está enfocando su tratamiento.
Gracias por aportarnos tu punto de vista Pedro, ¿ómo ves la situación de los colegios públicos en general en Madrid?
En una ciudad como Madrid hay mucha diferencia según los barrios donde estén integrados. Hay barrios con mayores dificultades, donde los colegios evidentemente pues padecen esas dificultades. En barrios donde la crisis está siendo más acuciante y las familias tienen más problemas, pues nosotros por ejemplo como profesores tenemos dificultades para que los niños tengan material escolar, les compren los padres el material escolar. Nos encontramos con padres que tienen dificultades para comprar los libros de texto. Y eso evidentemente es muy traumático, el encontrarte familias que te llegan y te dicen, no puedo comprar los libros de mi hijo, porque antes tengo que darles de comer. Eso influye porque detrás de una familia con estas familias económicas, habrá asociadas dificultades de otro tipo, ya sea a nivel del desarrollo, ya sea a nivel de la capacidad para aprender, todo repercute. Si un niño no ha desayunado bien, evidentemente su cerebro no está preparado para aprender, es un niño que va a llegar a las clases con pocas ganas, muy desmotivado, con dificultades para centrar la atención porque su estómago le va a estar demandando la comida, por ejemplo.
¿Y cómo hacen los educadores que los niños se motiven en este momento?
Es complicado, porque los niños desde que son muy pequeños empiezan a manejarse con los aparatos tecnológicos como si fueran juguetes suyos. Es muy fácil ver a un niño que esta jugando con un móvil cuando tiene dos años. Entonces claro, en una sociedad que tenemos medios audiovisuales, tenemos la tv, la música, los videojuegos, etc. pues evidentemente los niños les cuesta mucho mantener la atención a aquellas cosas que desde el colegio les vamos a enseñar, porque claro los contenidos son mucho más áridos, más aburridos. Como profesor tengo que buscarme fórmulas a veces rayando lo cómico, lo gracioso, lo teatresco para que los niños me hagan caso. De hecho una de las características que utilizo para mis clases de inglés es ponerme un sombrero, bombín inglés, a veces una varita mágica, o llevo incluso unas pelotas de malabares para intentar enganchar a los niños y hacer que la clase de inglés sea como un espectáculo. Con eso te puedes hacer una idea de cómo uno tiene que intentar ahora mismo captar la atención porque los niños tienden a dispersarse con mucha facilidad.
¿ Que visión tienes sobre el TDAH, Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad?.
Es cierto que hay un incremento de niños diagnosticados con el TDAH. Aquel niño que antes decíamos que era un niño inquieto, un niño nervioso, se tiende a buscar la etiqueta y ponerle la de déficit de atención con hiperactividad. Se ve que es la formula fácil para resolver un problema que aparece en los colegios. Niño que da problemas en las clases, que está inquieto, que no presta atención suficiente, rápidamente buscamos la manera de tratarlo. Nosotros como profesores tenemos la labor de detectar un niño con problemas y a partir de la detección, hacer un programa de seguimiento para que luego una persona, el especialista, el orientador en este caso, haga ese diagnóstico y determine si ese niño tiene esa problemática o no. Es algo habitual en los colegios.
Los niños afectados son niños con una inquietud excesiva, que se mueven sin un control del impulso y sin un control del movimiento. Cualquier cosa que pasa a su alrededor les distrae con mucha facilidad. Son niños que tienden a resolver los conflictos con sus iguales de una forma no adecuada, un tanto violenta en ocasiones. Y son niños que por desgracia sufren emocionalmente de ese trastorno, porque se viven a si mismo con esa dificultad y esa diferencia de sus compañeros.
¿Cómo profesores que actuaciones teneis frante a un niño o niña que ha sido diagnosticado con TDAH?
Nosotros como profesores tenemos la obligación de adaptar el currículo para aquellos niños que tienen alguna necesidad especial. En este caso un TDAH es una necesidad especial que cuando se diagnostica nos obliga a adaptar nuestra forma de enseñar y nuestra metodología e incluso nuestros contenidos educativos para facilitar ese aprendizaje a los niños diagnosticados con problemas. Muchas veces los niños diagnosticados con TDAH no son niños con un déficit cognitivo, son niños con una capacidad de aprendizaje normal, pero que ese excesivo movimiento, esa inquietud, les va perjudicando poco a poco y cada vez en mayor porcentaje. Tienen la capacidad normal de aprender, simplemente tienen una dificultad para centrar la atención, y esto hace pensar en muchas ocasiones que el niño no aprende porque no tiene capacidad. Pero simplemente es que esa atención no le está permitiendo retener los contenidos, retener la información de la manera que lo hace otro niño de igual edad.
Echamos en falta que a un niño con estas dificultades habría que darle otro tipo de tratamiento que nosotros desde el ámbito del profesor no podemos darle. Estamos hablando de aulas donde hay a veces 25 o26 alumnos, con notas de dificultad específica a las cuales también tenemos que dar respuesta y no siempre tenemos al especialista adecuado para esta problemática. Un niño con un trastorno en el lenguaje, un especialista del lenguaje puede darles tratamiento a esos niños, pero no tenemos profesores terapeutas que trabajan con niños TDAH. Intentan ayudarles con el currículo mas que en su propia personalidad. Yo en mi experiencia profesional lo que he visto es que son niños que sufren mucho y necesitarían un trabajo especifico en su parte emocional, es decir recuperar la parte emocional, de cómo se viven a si mismos para evitar precisamente que sigan sufriendo por esa falta de control que ellos no quieren sufrir. Echo en falta este tipo de tratamiento.
¿Ves alguna relación entre entorno familiar y social en los niños diagnosticados con TDAH que conoces?
Si. Los niños que he trabajado con hiperactividad y con déficit de atención estaban en entornos familiares un poco desestructurados. Casos de padres que están separados, niños que viven con otros hermanos pero que andan cambiando de una casa a otra, madre que tiene que trabajar porque tiene que tirar adelante con sus niños y entre los niños hay uno diagnosticado, con lo cual es mucho mas difícil ayudar, supervisar o incluso poner limites y que ese niño aprenda que nuestro comportamiento no es libre sino que tenemos que regirnos bajo unas pautas bajo unas normas de comportamiento sobre todo social. De hecho al principio los padres suelen ser reticentes cuando les tienes que decir que tienen que poner límites porque ellos saben de la dificultad de ponerles limites a sus niños, porque eso significa también que ellos tienen que limitarse a si mismos en su actividad diaria.
¿Os sentís preparados para afrontar esta situación?
Hay asignaturas en nuestra formación de educación especial, hay asignaturas de pedagogía terapéutica, pero se trata todo desde el punto de vista teórico, se trata de cosas que estudiamos a nivel teórico sin que lo podamos experimentar o poner en práctica hasta que no llegamos a las aula., previamente no hemos trabajado directamente con ellos, a no ser que uno en su fuero interno tenga esa inquietud y haya buscado otras herramientas. En ese aspecto si tengo la fortuna de tener una formación pedagógica fuerte, de alto contenido sobre dificultades de aprendizaje, de educación especial, de cosas de estas, y eso si que me ayuda mucho a desarrollar mi labor como profesor hoy en día, porque cuando yo miro a un niño, yo estoy viéndole a un niño como profesor que enseña unos contenidos, pero también como especialista y profesional de las dificultades del aprendizaje.
Trabajando en Estados Unidos, yo tuve la fortuna de estar trabajando unos años en Estados Unidos con niños de origen latino, mayormente mexicanos, uno de esos años de trabajo en mi clase, bueno había un niño que se manifestaba de una forma muy inquieta, con excesivo movimiento no controlado. Tenía bastantes problemas con sus compañeros, era nuevo en el colegio porque le habían echado del colegio anterior, ya era un niño que venía con la etiqueta de problemático. Lo que yo encontré fue un niño que realmente sufría, que lo pasaba mal, que tenía muchos problemas para relacionarse con sus compañeros y eso le hacia estar enormemente triste y te decía con cara apesadumbrada, “maestro es que no lo puedo controlar, yo se que pegar a los niños no esta bien pero no lo puedo controlar, ¿que puedo hacer para controlarlo?”. La única respuesta que podía darle a ese momento era decirle mira Fernando tienes que aprender a respirar, tienes que aprender a relajar la sensación que te invade cuando tu o alguien te hace algo que no te gusta. Cuando yo notaba que Fernando estaba entrando en un momento de estrés le decía, Fernando, vamos a respirar, una dos y tres. Incluso le anticipaba el comportamiento, Fernando, ¿que vamos a hacer hoy en el patio? ¿Cómo vamos a enfrentarnos cuando tengamos un problema? ¿Que vamos a hacer para poder evitar pegar a un niño?, intentaba hacerle reflexionar a él también sobre ese comportamiento que iba a ocurrir, porque ocurría, hacerle reflexionar y a partir de ahí hacerle mas consciente de su propio control. En aquel momento la mama de este niño estaba embarazada y la mama llego un día a mi clase un día bastante apesadumbrada porque no podía controlar al niño, el niño era demasiado agresivo en ocasiones y llegaba a pegarla en la teta, entonces claro la mama me decía maestro no puedo hacer nada con el, no le controlo, no me hace caso, no me escucha, no puedo con el y yo bueno evidentemente en aquel momento a esa madre la solución que le di fue derivarla a un hospital donde supuestamente le iban a tratar con farmacología.
El tema está en mi opinión, en que hay casos y casos de niños con hiperactividad, no todos los niños hiperactivos son iguales, ni todos los déficit de atención son iguales. Hay un grado mayor y un grado menor, entonces el tema de utilizar el remedio farmacológico como respuesta única frente a los niños para mi no es la solución. Se tendría que tratar otros ámbitos de la personalidad de ese niño para intentar no utilizar ese tratamiento farmacológico y derivarlo a un tratamiento mas personal, mas de la propia personalidad o del carácter del niño. Ese es el problema que nos encontramos, que si queremos atajar un problema rápido, los profesores no tenemos herramientas, no tenemos posibilidades de dar respuesta si no es derivándolo a un especialista que nos de la solución, y ese es el handicap que tenemos, que nadie nos prepara, nadie nos forma, nadie nos dice como actuar en estas situaciones, simplemente derivamos la situación, adaptamos el currículo, hacemos la adaptación pedagógica que hay que hacer, y a partir de ahí trabajamos con esos niños, pero la problemática sigue existiendo
Lo que vemos en los niños que están diagnosticados y han empezado a tratarse con las pastillas, lo que encontramos es que el niño que tenias el día anterior, que era un niño inquieto, movido, un poco disruptivo se convierte, no en un mueble, pero está completamente en otra fase, ha pasado de un niño activo a un niño completamente pasivo, hemos pasado de un niño que se movía que decía cosas a un niño que no tiene ganas casi ni de decir. Realmente, el problema con que nos encontramos es que hemos cambiado una cosa por otra, pero realmente no tenemos como profesores la posibilidad de determinar si ese tratamiento le esta ayudando académicamente mucho mas porque el niño esta dormido y desconecta con mucha mas facilidad que antes, por que no tiene ganas, esta mucho mas pasivo de lo que estaba antes. Simplemente hemos hecho eso, darle la pastillita como cuando estamos malos con la tripa o un catarro, pero no estamos yendo a la raíz del problema, que es como reeducar un cerebro, como reeducar una persona, que tiene una visión, una forma de ver las cosas y una forma de manifestarse en el mundo diferente
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