Presentación de “Cartas a mis amigos”, de Silo
Buenas tardes a todas y todos. Agradezco a la librería Muga la posibilidad de presentar hoy este libro. Agradezco también a la editorial León Alado, y su equipo de colaboradores por su trabajo de edición y distribución de muchas de las obras de Silo, que estaban agotadas o que no se habían publicado en España y que con trabajo tenaz y persistente están consiguiendo difundir. He podido personalmente comprobar ese trabajo que han hecho cuando he ido a la librería de mi barrio, que es ésta, y he podido comprar algunos títulos como “Humanizar la tierra” o “Cartas a mis amigos”.
Entrando ya en el tema que nos ocupa, que es la presentación de este libro, Cartas a mis amigos, fue escrito por Silo, seudónimo de Mario Luis Rodríguez Cobos, entre 1991 y 1993. Se dirige a personas interesadas en la situación actual, yo creo que especialmente a activistas, a personas que se comprometen o intentan implicarse en actuar para transformar el mundo e intentan comprender que esta pasando, que pueden hacer y que dirección tomar. Está dividido en diez cartas, que el autor dirige a sus amigos, y el mismo las divide de la siguiente manera: Las tres primeras enfatizan en las experiencias que le toca vivir al individuo en la situación en que le toca vivir. La cuarta se presenta la estructura general de las ideas en que se basan todas las cartas. Las 5 siguientes esbozan el pensamiento político social del autor, y la décima presenta lineamientos de acción teniendo en cuenta el proceso mundial. Muy recomendable el estudio de cada una de las cartas para los interesados en los temas mencionados.
La primera característica que resalta después de leer este libro es que tiene muchos elementos que se han adelantado 20 años respecto de la época que fue escrito. Tuve oportunidad, como muchos otros amigos, de leer estas cartas hace ya veinte años, cuando el autor las escribió y las fue difundiendo. En aquellos años, muchas de las cosas que se afirman en las cartas parecían lejanas o incomprensibles, o no se veían por ninguna parte. Por ejemplo el nacimiento de una nueva sensibilidad, que se anuncia en la carta primera:
Está naciendo una sensibilidad que se corresponde con los nuevos tiempos…hoy se empieza a valorar el trabajo humilde y sentido mediante el cual no se pretende agrandar la propia figura sino cambiar uno mismo y ayudar a hacerlo al medio inmediato familiar, laboral y de relación… Cuando alguien comprueba que el individualismo esquizofrénico ya no tiene salida y comunica abiertamente a todos sus conocidos qué es lo que piensa y qué es lo que hace sin el ridículo temor a no ser comprendido; cuando se acerca a otros; cuando se interesa por cada uno y no por una masa anónima; cuando promueve el intercambio de ideas y la realización de trabajos en conjunto; cuando claramente expone la necesidad de multiplicar esa tarea de reconexión en un tejido social destruido por otros…
En los años 90 esto no lo veiamos por ninguna parte, ahora bien desde hace unos años si se aprecia a esa nueva sensibilidad, en los jóvenes al movilizarse para defender los derechos de los inmigrantes , o en los vecinos que se reunen para parar un desahucio o en los centros de trabajo, barrios o centros de enseñanza que comienzan a organizarse bajo nuevos parámetros. Esta irrupción se ha dado simultáneamente en distintas partes del mundo, aportando elementos distintos en el paisaje humano. Sin embargo, en los años 90 lo que percibíamos era como la ideología dominante succionaba con sus ensueños de consumo y de éxito social a las nuevas generaciones y esto también se refleja en las cartas en un relato magistral que se llama “un cuento para aspirantes a ejecutivos” Aquí se describe la fantasía que el sistema relataba y como al final la riqueza desbordaría en cascada hasta alcanzar las capas mas bajas. ¡Y mucha gente lo creía!
También se describen el libro otras tendencias, que en aquellos años no eran tan evidentes, pero quedan perfectamente descritas en las cartas: Concentración creciente de poder financiero, desestructuración y descrédito de las estructuras tradicionales especialmente las cúpulas de partidos y sindicatos, fragmentación del tejido social, y también la desilusión de las poblaciones con el sistema, que tiende a usar de la represión y del autoritarismo para mantenerse, dado que el cuento para aspirantes a ejecutivos ya no funciona.
El segundo punto que quisiera destacar es la mirada desde la que está escrito el libro y que se explicita en la carta cuatro. En esta carta Silo define, como el dice, “desde donde hago mis críticas o desarrollo mis propuestas”. No parte de ideas previas o generales, sino de descripciones basadas en la experiencia El primer concepto que desarrolla en esta carta es la de que el ser humano y su conciencia están abiertos al mundo. Vivimos siempre en situación, no aislados, (yo soy yo y mi circunstancia como decía Ortega) Desde esta concepción no podemos hablar del mundo sin tener en cuenta al que lo mira, ni pensar en el individuo sin verlo en relación con su medio. Un segundo concepto es que esta conciencia es activa, no somos un reflejo de lo externo, vamos hacia el mundo con una intención y lo transformamos. Y hasta tal punto lo hemos transformado, que cualquiera de nosotros ha nacido en un medio social e histórico, que hemos ido construyendo. Vivimos en un mundo repleto de intenciones y significados, de “para ques” que podemos captar en todos los objetos. Este medio histórico social que todos heredamos hace que a diferencia de un león, que sigue siendo a nivel de experiencia histórica el primer león, nosotros seamos un ser histórico y social. Tenemos una larga historia, una memoria colectiva de avances, a veces retrocesos y transformaciones. Lo permanente en el hombre es el cambio, la transformación, que alcanza hasta al propio cuerpo. A diferencia de un leon, que siempre es el primer león, nosotros tenemos una larga historia, una memoria colectiva. Es obvio que desde este punto de vista, el autor siembra una sospecha mas que razonable sobre las teorías que dicen que existe un “derecho natural”, o unas "leyes naturales del mercado" y por supuesto unas razas que "naturalmente" tienen unas características superiores a otras, o incluso el pael "natural" de un género u otro. Esta defensa de los “natural” entre comillas, suele enmascarar intenciones que si se expresaran de otro modo serian menos aceptables. Pero además la conciencia humana tiene otra característica especial puede diferir respuestas, elegir entre situaciones y planificar su futuro.
Y es esta libertad la que le permite negarse a si mismo, negar aspectos de su cuerpo, negarlo completamente como en el suicidio, o negar a otros. Vivimos no solo en el presente, también podemos recordar el pasado, que nos influye, y también imaginamos y proyectamos a futuro, y éste tiempo, que no es tan advertido como los otros tiempos, nos influye decisivamente. Tenemos una dimensión temporal, no somos tan planos, aunque a veces nos cueste advertirlo. Con todos estos elementos Silo llega a la definición de lo humano siguiente: el ser humano es el ser histórico cuya acción transforma al mundo y a su propia naturaleza. Como el mismo autor dice mas poéticamente en otra de sus obras, somos tiempo y libertad.
¿Y cuál es el motivo, cual es el sentido de esta permanente búsqueda y transformación humana? Silo lo responde muy sencillamente: esa intención está lanzada, en última instancia, a superar el dolor y el sufrimiento.”
A partir de estas bases, Silo explica el concepto de contradicción social, que se produce cuando unos pocos se apropian del poder de decisión del todo social y niegan a otros su capacidad de elección. Esa contradicción, genera sufrimiento y va en contra del sentido de la evolución humana: Esta libertad ha permitido que algunos seres humanos se apropien ilegítimamente del todo social. Es decir, que nieguen la libertad y la intencionalidad a otros seres humanos, reduciéndolos a prótesis, a instrumentos de sus propias intenciones. Allí está la esencia de la discriminación, siendo su metodología la violencia física; económica; racial y religiosa.
Estas ideas junto con otras que se derivan de ellas se articulan en las Tesis del Partido Humanista del que formo parte. Recomiendo también su lectura a todos los interesados en el cambio social y personal. Sintetizando, en este libro, “Cartas a mis amigos”, Silo nos muestra un paisaje donde las intenciones pesan mas que los hechos, donde lo personal y lo social se relacionan estrechamente y donde la libertad humana pugna por abrirse paso a través de la crisis. Gracias Silo por este aporte.
Muchas gracias por la atención.
Arturo Viloria