miércoles, 7 de agosto de 2013

Hiroshima y Nagasaki: nunca mas

Hoy 6 de agosto, aniversario de las catástrofes nucleares de Hiroshima y Nagasaki, el Partido Humanista reivindica la plena vigencia de las propuestas de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia.
Aquella marcha recorrió desde el 2 de enero de 2009 hasta el 2 de enero de 2010 los cinco continentes impulsada por todos los humanistas del mundo.
Hoy seguimos sintiendo la  necesidad de seguir trabajando para instalar una conciencia no violenta en todo el  planeta.  Como se dijo en el manifiesto de la Marcha:
“Vivimos una situación crítica en todo el mundo caracterizada por la pobreza de vastas regiones, el enfrentamiento entre culturas, la violencia y la discriminación que contaminan la vida cotidiana de amplios sectores de la población. Existen conflictos armados en numerosos puntos, una profunda crisis del sistema financiero internacional, a lo que hoy se suma la creciente amenaza nuclear, que es la máxima urgencia del momento actual. Es un momento de suma complejidad, a los intereses irresponsables de las potencias nucleares y a la locura de grupos violentos con posible acceso a material nuclear de reducidas dimensiones, debemos agregar el riesgo de accidente que pudiera detonar un conflicto devastador. No es una suma de crisis particulares, estamos ante el fracaso global de un sistema cuya metodología de acción es la violencia y cuyo valor central es el dinero.
LAS PROPUESTAS
Para evitar la catástrofe nuclear futura debemos superar la violencia hoy, exigiendo:
• el desarme nuclear a nivel mundial,
• el retiro inmediato de las tropas invasoras de los territorios ocupados,
• la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional,
• la firma de tratados de no agresión entre países y
• la renuncia de los gobiernos a utilizar las guerras como medio para resolver conflictos.
Lo urgente es crear conciencia por la Paz y el desarme. Pero también es necesario despertar la conciencia de la No Violencia que nos permita rechazar no sólo la violencia física, sino también toda forma de violencia (económica, racial, psicológica, religiosa, sexual, etc.). Esta nueva sensibilidad podrá instalarse y conmover las estructuras sociales, abriendo el camino para la futura Nación Humana Universal.
Reclamamos nuestro derecho a vivir en paz y libertad. No se vive en libertad cuando se vive amenazado.”

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