Parece que a los adultos cuesta responder cuando por la calle, les pedimos una propuesta sobre como sería el mundo en que les gustaría vivir, salen muy rápido las respuestas de lo que no nos gusta, la violencia, la discriminación, el desempleo, etc, etc.
Cuando les pedimos que en vez de una crítica den una propuesta, ahi se qudan pensando y muchos no se atreven a expresarse, o piensan que ellos no están capacitados para eso... o otras dificultades que no manifiestan. Pero entonces, si no hay un proyecto claro, distinto a lo que hoy tenemos y que no nos gusta, como vamos a dirigirnos hacia ello, seguiremos en este proceso que mecánicamente lleva una dirección destructiva.
Los niños sin embargo, de toda edad, origen o sexo, lo tenían clarísimo en cambio, algunos dieron hasta 20 o 30 propuestas... Saben lo que quieren, aunque no tiene todavía posibilidad de influir en el mundo. Personalmente, de ahora en adelante, cuando vea a un niño, lo voy a ver con mucho mas respeto.
Aquí hay una prueba de como han participado en la Vía Carpetana
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