lunes, 25 de febrero de 2013

Los paisajes y las miradas


Hablemos de paisajes y miradas retomando lo dicho en algún otro lugar: “Paisaje externo es lo que percibimos de las cosas, paisaje interno es lo que tamizamos de ellas con el cedazo de nuestro mundo interno. Estos paisajes son uno y constituyen nuestra indisoluble visión de la realidad”.

Ya en los objetos externos percibidos, una mirada ingenua puede hacer confundir “lo que se ve” con la realidad misma. Habrá quien vaya más lejos creyendo que recuerda la “realidad” tal cual ésta fue. Y no faltará un tercero que confunda su ilusión, su alucinación o las imágenes de sus sueños, con objetos materiales que en realidad han sido percibidos y transformados en diferentes estados de conciencia.

Que en los recuerdos y en los sueños aparezcan deformados objetos anteriormente percibidos, no parece traer dificultades a las gentes razonables. Pero que los objetos percibidos siempre estén cubiertos por el manto multicolor de otras percepciones simultáneas y de recuerdos que en ese momento actúan; que percibir sea un modo global de estar entre las cosas, un tono emotivo y un estado general del propio cuerpo... eso, como idea, desorganiza la simpleza de la práctica diaria del hacer con las cosas y entre las cosas.

Sucede que la mirada ingenua toma al mundo “externo” con el propio dolor o la propia alegría. Miro no sólo con el ojo sino también con el corazón, con el suave recuerdo, con la ominosa sospecha, con el cálculo frío, con la sigilosa comparación. Miro a través de alegorías, signos y símbolos que no veo en el mirar pero que actúan sobre él así como no veo el ojo ni el actuar del ojo cuando miro.

Por ello, por la complejidad del percibir, cuando hablo de realidad externa o interna prefiero hacerlo usando el vocablo “paisaje” en lugar de “objeto”. Y con ello doy por entendido que menciono bloques, estructuras y no la individualidad aislada y abstracta de un objeto. También me importa destacar que a esos paisajes corresponden actos del percibir a los que llamo “miradas” (invadiendo, tal vez ilegítimamente, numerosos campos que no se refieren a la visualización). Estas “miradas” son actos complejos y activos, organizadores de “paisajes” y no simples y pasivos actos de recepción de información externa (datos que llegan a mis sentidos externos), o actos de recepción de información interna (sensaciones del propio cuerpo, recuerdos y apercepciones). Demás está decir que en estas mutuas implicancias de “miradas” y “paisajes”, las distinciones entre lo interno y lo externo se establecen según direcciones de la intencionalidad de la conciencia y no como quisiera el esquematismo ingenuo que se presenta ante los escolares.

Si lo anterior está entendido, cuando hable de “paisaje humano” se comprenderá que estoy mentando a un tipo de paisaje externo constituido por personas y también por hechos e intenciones humanas plasmados en objetos, aun cuando el ser humano como tal no esté ocasionalmente presente.

Conviene, además, distinguir entre mundo interno y “paisaje interno”; entre naturaleza y “paisaje externo”; entre sociedad y “paisaje humano”, recalcando que al mencionar “paisaje”, siempre se está implicando a quien mira, a diferencia de los otros casos en los que mundo interno (o psicológico), naturaleza y sociedad, aparecen ingenuamente como existentes en sí, excluidos de toda interpretación.

 (Cap. I del libro El Paisaje Humano) , Humanizar la tierra, Silo



jueves, 21 de febrero de 2013

Ningún ser humano es ilegal : fundamentos

Toda persona sobre la tierra tiene derecho a la libre circulación por todo el planeta, y que ningún poder estatal o paraestatal puede legítimamente impedírselo.

Los humanistas hemos sostenido desde nuestros comienzos coomo corriente organizada que toda persona sobre la tierra tiene derecho a la libre circulación por todo el planeta, y que ningún poder estatal o paraestatal puede legítimamente impedírselo.

Este pensamiento se sintetizó hace ya una década en la frase Ningún ser humano es ilegal, frase o consigna que ha ido extendiéndose en movimientos de todo el mundo como el 15 M o en los movimientos que en los Estados unidos han reclamado los derechos de los migrantes.

Ahora bien, ¿porque decimos esto los humanistas?, o mejor, ¿desde donde lo decimos?. Para los humanistas, tal como se explica en las Tesis del Partido Humanista, el ser humano es un ser social e histórico. No somos el primer ser humano sobre la tierra, nacemos en un mundo social construido por las anteriores generaciones, que se va transformando a causa de la intención humana. Toda acción, toda idea,  toda producción humana es intencional, la conciencia es básicamente intencional, es siempre un para qué, o un hacia algo.  Hasta el propio cuerpo humano es modificado por la intención humana mediante las prótesis.
Ahora bien, ¿cuál ha sido el motor de este avance? La rebelión contra el dolor y el sufrimiento. A lo largo del tiempo, las generaciones humanas que se sucedieron se rebelaron a las condiciones naturales que les causaban dolor y sufrimiento. Así podemos hablar de una humanización creciente, que se incrementa cuando lo hace el campo de libertad del ser humano.  Ésta es una dirección muchas veces perdida y recobrada en distintas civilizaciones.

Pero también existe la contradicción en la sociedad humana , y decimos contradicción porque va en contra de esta dirección humanizadora. Esta contradicción se explica en la Tesis 4:  La contradicción social es producto de la violencia. La apropiación del todo social por una parte del mismo, es violencia y esa violencia está en la base de la contradicción y el sufrimiento. La violencia se manifiesta como despojo de la intencionalidad del otro (y, por cierto, de su libertad); como acción de sumergir al ser humano, o a los conjuntos humanos en el mundo de la naturaleza.

Al oír hablar de la inmigración, es frecuente observar como se cosifica, se habla en términos de fuerza de trabajo que hay que regular de acuerdo a los intereses del "mercado" (como ya hemos dicho que todo es intencional, al decir mercado, tendremos que referirnos a las particulares apetencias de grupos de intereses económicos).  Una cantidad importante de medios de comunicación se dedican a atemorizar con argumentos zoológicos a la población: (te van  a quitar tu trabajo).  Incluso los mensajes positivos que sobre la inmigración se dan son de tipo economicista, que tambien les cosifica (aportan mucho dinero a la Seguridad Social, vienen ya formados y son jóvenes y fuertes, no suponen un gasto grande en protección social).

Seguimos citando las Tesis del Partido Humanista: "Es por ello que las ideologías dominantes, han considerado a los nativos oprimidos como "naturales"; a los obreros explotados como "fuerza de trabajo"; a las mujeres relegadas como "procreadoras"; a las razas dominadas como zoológicamente "inferiores"; a los jóvenes desposeídos de los medios de producción como sólo proyecto, caricatura, inmadurez de hombres plenos; a los pueblos latinoamericanos y africanos como evolutivamente incompletos, como "subdesarrollados"...y así siguiendo"

A menudo las Ciencias Sociales han pretendido dar un barniz científico a estas afirmaciones, pero sin duda  hoy es fácilmente comprensible que en el momento en que se enunciaban, servían para "justificar" a las actos de opresión, de discriminación y de violencia de la minoría que monopoliza el poder.

Para los humanistas no es posible  considerar al hombre y al mundo en que vive como entidades separadas.
Cualquier fenómeno observado no puede separarse del observador, que previamente tiene la intención de mirarlo. Cualquier acto que niegue la intención o la libertad, o degrade o desvalorice a un ser humano, solo habla de una concepción violenta que intenta negar la libertad de otro ser humano, deshumanizándole y convirtiéndole en objeto.

La violencia y la discriminación es básicamente la misma, se ejerza contra un español o un extranjero,  mujer o hombre,  joven o anciano, rico o pobre, blanco o negro. Y el acto de rechazar la violencia el el acto que necesitamos para continuar nuestro proceso de humanización hacia una Nación Humana Universal, que es hacia donde los humanistas queremos ir.

Si la dirección y sentido de la vida humana es aumentar su campo de libertad, superando el dolor y el sufrimiento, toda traba a la libre circulación de personas es contradictoria respecto de esta dirección. Y las acciones que impiden el libre desplazamiento son discriminatorias y violentas.

Por eso coherentemente con lo dicho aquí, podemos afirmar que ningún ser humano es ilegal, porque es ilegítimo prohibir o limitar el libre desplazamiento de cualquier ser humano a través de cualquier frontera, y lo único que muestra es la intención discriminatoria y violenta del que intenta limitarlo.

martes, 12 de febrero de 2013

Teatro de calle: las gafas del sistema

"La mirada un sistema inhumano que hoy se impone,  y que degrada las personas”
El hombre de las gafas se para frente a un joven, es de unos 30 años,   mira a su ayudante y le dice: Mira este no ha pasado nunca la revision, ¿que datos tenemos de el?  El ayudante  saca un cuaderno y lo abre. Le mira al joven  la etiqueta de atras del abrigo y dice: “Este todavía puede consumir algo, tiene un  trabajo de tres meses, al menos comprará algo aunque sea de marca blanca”
.  Vale le aprobamos un año mas. A ver, muéstrame tu cartilla de la Inspección Técnica de Humanos… (continuará)

Buscamos actores, actrices, figurantes, guionistas, tramoyistas y voluntarios de todo tipo que quieran participar en esta novedosa producción teatral.
Escribe a desarmecarabanchel@gmail.com o llama a los telefonos 654601568 617361003 si quieres participar. ¿ Te esperamos!

jueves, 7 de febrero de 2013

Rajoy y su Gobierno deben dimitir y convocar elecciones generales

La información que circula en todos los medios de comunicación sobre la presunta financiación ilegal del PP, la evasión de impuestos o el reparto de sobresueldos ha generado un gran malestar social. Se ha generalizado la sospecha entre la población, y  también entre jueces y fiscales de la existencia de una trama que sin entrar a valorar si es legal o no, es completamente vergonzosa.

 La connivencia  entre empresas que dan “donativos” o bancos que perdonan préstamos concedidos en campañas electorales, y  partidos políticos, en este caso el PP ha saltado a la opinión pública como una “bomba” que produce indignación y rechazo en la  mayoría de la población.  La pregunta obvia es ¿todo ello a cambio de nada?.

Las sospechas apuntan directamente a ministros, dirigentes del partido y al propio presidente del gobierno. Este Gobierno ha perdido toda legitimidad y debe dimitir y convocar elecciones generales. No solo por estos últimos sucesos, también por el incumplimiento reiterado de las promesas que le llevaron al poder.
 Ante esta situación El Partido Humanista pide a los jueces que se apliquen las leyes a aquellos que se demuestre que han cometido delitos y que acabe la injusta situación de que los poderosos se escapen de la ley porque  no se les investiga adecuadamente mientras que muchas personas son castigadas con dureza por delitos menores.

 Pero además, los humanistas queremos hacer dos reflexiones sobre estos hechos:
La primera se refiere a los intereses que mueven esta crisis. Porque,… si estos datos ya eran conocidos o sospechados desde hace tiempo,  ¿qué ha sucedido para que justo en este momento se hagan públicos? Resulta significativa la similitud con otros países europeos, como Italia o Grecia, donde los poderes financieros han preparado el camino para gobernar directamente, sin intermediarios y sin democracias representativas que les hagan de pantalla. Estamos asistiendo al tiempo del Paraestado, de la dictadura de los tecnócratas, de gobiernos que ya no tienen que responder ante las urnas.
Ésta nos parece que es una de las claves de lo que está pasando, una descarnada lucha por el poder de la derecha contra la derecha ultraliberal.

La segunda se refiere a la enorme complicidad social. Es posible que algunos se hayan sorprendido de estos hechos, pero sin duda muchos lo sabían (lo aprobaran o no) y otros miraban para otro lado. Porque también en otros niveles y a otras escalas, la ideología del pragmatismo (todo vale por dinero) y de la doble moral (digo que hay que hacer una cosa y yo hago otra distinta) se ha instalado en estos últimos años.  Es habitual escuchar argumentos del tipo: “si estos lo hacen, ¿por que no lo voy a hacer yo?”, o incluso “¡el que no lo haga es tonto!”.  Produce malestar ver el grotesco espectáculo de los políticos. Pero buscar simplemente un culpable que pague los platos rotos, no será realmente un avance social.

En estos tiempos de desorientación y falta de referencias, los humanistas proponemos dos valores o aspiraciones por las que orientar la acción personal: la coherencia que consiste en unir lo que se piensa, se siente y se hace, logrando con ello un sentimiento de confianza en uno mismo; y la solidaridad, que se expresa en el principio “trata a los demás como quieres que te traten”, que nos hace confiables ante otros.
¿A que solidaridad y a que cohesión se puede aspirar cuando impera el individualismo más cínico y todo se subordina al interés del dinero?
 Suscribimos las palabras de Silo en Punta de Vacas  a este respecto:

En el orden interno de las naciones se debería trabajar por hacer funcionar la ley y la justicia por imperfectas que sean, antes que endurecer leyes y disposiciones represivas que caerán en las mismas manos de los que entorpecen la ley y la justicia.

En el orden doméstico la gente debería cumplir lo que predica saliendo de su retórica hipócrita que envenena a las nuevas generaciones.

En el orden personal cada uno debería esforzarse por lograr que coincidiera lo que se piensa con lo que se siente y lo que se hace, modelando una vida coherente y escapando a la contradicción que genera violencia.

Quizás en este momento se hacen evidentes estas cuestiones, que antes pocos querían ver. Es señal del fin de un ciclo.
Si hoy mayoritariamente sentimos que nos ahoga el sistema, como si fuera un traje que nos aprieta por todos lados, es porque hemos crecido y ya no nos vale. ¡Mas vale que busquemos uno nuevo!